Laboratorio

Trabajo de laboratorio: Estudio antropológico y osteoarqueológico

12/03/2020

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Javier Gómez Marín, arqueólogo especialista en recintos funerarios del proyecto, explica la información que se obtiene del estudio antropológico y osteoarqueológico de los restos óseos realizado en el Laboratorio de Arqueología de la Universidad de Murcia.

Tras la limpieza de los restos óseos en el laboratorio, fase previa ya explicada anteriormente por nuestro alumno colaborador Daniel Rueda, el siguiente paso es la identificación osteológica de cada uno de los huesos recuperados, para su análisis antropológico. De ella destaca la estimación del sexo y la edad del individuo, o el cálculo de la estatura. Determinadas zonas y características morfológicas de la pelvis, el sacro y el cráneo, sobre todo, nos ayudan a determinar si es un individuo femenino o masculino, mientras que el estudio y análisis de sus piezas dentales, las suturas del cráneo o la sínfisis púbica entre otras, resultan vitales para determinar la edad aproximada en el momento de su muerte. Todo esto es información adicional extraída de los sujetos exhumados en la maqbara, constituyendo así una visión más completa de la sociedad que habitó Murcia a finales del siglo XII y principios del XIII.

En muchas ocasiones es necesario proceder a restaurar los restos óseos fragmentados que se recuperaron durante la excavación y exhumación de los individuos. La reconstrucción de dichos restos representa un paso importante dentro del trabajo de laboratorio, ya que del estado y conservación del hueso depende que seamos capaces de realizar muchas de las mediciones necesarias para poder interpretarlos. Tales mediciones nos permiten saber si el individuo era zurdo o diestro, su altura, si sus huesos presentan modelación o malformación como consecuencia de un esfuerzo continuado y excesivo, etc.

Relacionado con el esfuerzo o el ejercicio continuo, debemos mencionar lo que comúnmente se conocen como las marcas de actividad. Dichas marcas, normalmente depresiones, protuberancias o excreciones óseas, surgen o se producen en determinadas zonas de los huesos, normalmente asociadas con una actividad intensa y continuada que provoca que determinados músculos y/o ligamentos vayan moldeando los huesos. Estos cambios se pueden relacionar posteriormente con actividades concretas que nos ayudan a entender mejor la actividad diaria de hombres, mujeres y niños.

Otro de los puntos más importantes a la hora de realizar el estudio de los restos óseos es la identificación de paleopatologías, de todas las lesiones o patologías que dejen huella en el hueso. Dependen de un elevado número de factores, como el medio ambiente en el que vive el sujeto, su posición social o trabajo, la geografía, el clima, la densidad de población, la higiene, la nutrición, la edad o el sexo entre los más importantes. En cualquier caso, las principales patologías que estamos observando en la población estudiada hasta el momento son traumatismos, patologías degenerativas, enfermedades congénitas, patologías bucodentales (orales), infecciones, así como enfermedades metabólicas, sobre todo en la población infantil estudiada, consecuencia de la carencia de una alimentación sana y con las vitaminas necesarias para un correcto crecimiento.  Cada una de ellas nos dice más acerca de cómo fue la vida de cada uno de los individuos enterrados en la maqbara del complejo arqueológico de San Esteban.

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