Excavación arqueológica

¿Cómo excavamos?: Muestreo del interior de un espacio

14/02/2019

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Sergio Rubio Miranda, alumno del Grado en Historia de la Universidad de Murcia, nos cuenta en esta entrada cómo y porqué estamos realizando un muestreo sistemático en el espacio 4 del recinto I.

Como bien nos comentó Rosa Sánchez en su entrada sobre ‘’Muestras de flotación’’, un aspecto importante para conocer mejor un yacimiento, y los diferentes enigmas que puede ocultar, es la obtención de muestras para flotación.

¿Para qué tomamos muestras de sedimento para flotación? Cuando se nos presenta la intervención arqueológica de un espacio de grandes dimensiones, sin muros que lo compartimenten, ni evidencias claras que nos aclaren la funcionalidad de éste, debemos plantearnos una partición ideal del espacio para una recuperación de muestras probabilísticas y la posterior flotación de sedimentos. Esto nos permitirá responder a las preguntas que nos plantea la excavación, sin que esto conlleve el procesado de la totalidad del sedimento.

¿Cómo hacemos la partición del espacio para toma de muestras? En el caso del espacio 4, una estancia rectangular, se decidió cuadricular el espacio. Esta partición ideal precisa el empleo de piquetas y elásticos que nos ayuden a la realización de una cuadrícula, que luego se plasmará en un plano donde se indicarán las muestras que hemos tomado.

¿Por qué usamos una cuadrícula para el muestreo? La cuadrícula de un espacio de grandes dimensiones tiene una intención clara y práctica, además de ayudar a la documentación y posterior interpretación. Gracias a esta metodología de excavación, podemos observar diferentes funcionalidades y usos del espacio. Esto no tiene que relacionarse con una excavación en cuadrículas (el método Wheeler), ya que la toma de muestras en cuadrículas no define el método de excavación, es decir, no se dejan testigos entre las delimitaciones sino que excavamos en extensión. Tomamos muestras de las distintas cuadrículas para poder, mediante diferentes pruebas, como la flotación de los sedimentos, determinar los diversos restos que se pueden documentar en cada una de ellas, como por ejemplo los faunísticos, antracológicos, cerámicos, vítreos o metálicos. Todo ello con el objetivo de obtener el máximo de información posible para que nos ayude a comprender la funcionalidad o funcionalidades del espacio.

Cada cuadrante tiene asignado una letra que la sitúa dentro de un plano y en el propio espacio, y que nos ayuda a determinar el lugar exacto en donde se han extraído las muestras. Todas las muestras deben ir en bolsas de polietileno rotuladas y con doble etiquetado, donde deben aparecer los datos de la fecha de la recogida, el recinto, el espacio y la unidad estratigráfica, debiendo indicar además la cuadrícula de donde se ha obtenido dicha muestra.

El objetivo científico no es solo determinar las diferentes funciones de un gran espacio sino, también, qué elementos han predominado en el edificio y/o en el yacimiento en sí. Puesto que, todo lo que aparezca o se analice de cada cuadrante del espacio hay que situarlo dentro de su contexto más inmediato. Si está cerca de una cocina, de unos establos o del consumo o la producción de un determinado objeto o alimento, esto debería evidenciarse a partir del procesado de las muestras con un resultado material que permita identificarlo como tal. En definitiva, el objetivo es conocer con más profundidad un gran espacio y sus diferentes funcionalidades.

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